Cuando varias personas
deciden unirse y formar una organización, se debe tener en cuenta que cada
persona es un ser humano, por lo tanto su habito cultural y ritual con el que
ha crecido, hace que sus valores crezcan en ella y se construye como persona. La
organización al igual que un hogar, tiene sus propias normas y aspectos
tradicionales a conservar, está llena de diferentes concepciones (proceso
durante el cual se empieza a gestionar una idea) sobre las cosas, tiene sus
propias supersticiones ( creencia que resulta contraria a la razón y ajena a la
fe religiosa) y sus propios objetivos, además de las formas en las que se da la
motivación al cumplir las reglas, todo eso es cultura y hace que cada vez sea más la unión y el
sentido de pertenencia que motiven a que una organización se desempeñe de forma
eficaz, se genere y se mantenga un buen clima dentro de la organización.
La cultura organizacional
como su nombre lo dice, es aquel conjunto de acciones, valores y conductas que
se infunden en una organización y alrededor de las cuales giran los objetivos y
el comportamiento de las personas que se tienen dentro de ella. Una cultura
organizacional permite un mejor manejo del personal y de relaciones humanas,
tal como la organización lo necesite para trabajar de una mejor manera, incluso
puede llegar a hacer que el trabajo de los empleados sea más productivo,
infundiéndoles sentimientos por la organización que los muevan a querer el
progreso para ésta. Además, la cultura organizacional permite que una
organización sea diferente a las demás, debido a que todas esas prácticas y
tradiciones se mantienen particularmente dentro de esa organización y por esta
razón se puede crear un sentido de pertenencia, identificar a los trabajadores
y que ellos mismo se sientan únicos entre otros: “Uno de los elementos que
caracterizan hoy a las organizaciones es su cultura; esta es una impronta (impresión,
huella o marca dejada por una persona u organización) que refleja, entre otras
cosas, el modo como ellas conciben el trabajo y la relación con su medio
ambiente y que, además, las diferencian de otras organizaciones pertenecientes
al mismo sector económico y la misma ubicación geográfica”.
La cultura organizacional
puede concebirse también como una herramienta para competir con otras
organizaciones por medio de la distinción entre los valores organizacionales de
una marca y los de otra, esto puede verse reflejado en la publicidad que maneja
cada una de las organizaciones, allí se busca que las personas se sientan
identificadas con esa cultura organizacional, con un valor o una conducta que
permita a los clientes sentirse cómodos con el producto o el servicio prestado
e incluso mantenerse como clientes y justificarse en los valores empresariales
de la organización. Para la construcción de la cultura organizacional es básico
identificar los valores que corroboren al alcance de las metas que se proponen
en la organización y de hecho, hay
factores que influyen en la elección de esos valores, uno de esos factores
influyentes es el entorno de negocios, ya que este es el que hará que la
organización obtenga los ingresos que ayudarán al crecimiento y fortalecimiento
de la misma, así como lo afirmaban los teóricos Terrence Deal y Allan Kennedy :
“ el entorno de negocios es la influencia más grande para dar forma a una
cultura corporativa”. Los valores no son la única manifestación de la cultura
organizacional, esta también puede manifestarse a través de rituales y héroes,
es decir, poner como punto de referencia a alguien que personifique un valor o
ese ideal de persona que la organización pretende tener, para así lograr que
las personas interioricen cada día más el querer ser como ese personaje
“heroico”, esto implica que las personas se comporten de una forma, que hagan
ciertas actividades y que se sientan personalmente comprometidas con los
ideales que plantee la organización. El conocimiento de la cultura organizacional
es muy importante para los empleados, para promover el progreso de la
organización y sus características: “los empleados deben conocer la cultura de
la organización, pues esta se concibe, entre otras cosas, con el fin de
condicionarlos para que se comportan de determinada manera”, ya que cada
persona a medida que va trabajando en la organización va haciéndose consciente
de lo que se busca en ella, queriendo alcanzar sus metas personales ya ligadas
a las de la organización por medio de los sentimientos de pertenencia que van
creando las manifestaciones culturales dentro de la empresa, la persona puede
llegar entonces a preocuparse más por el rendimiento que tiene en la
organización.
Al igual que la cultura
organizacional, el clima organizacional también hace parte del clima laboral,
debido a que las características de una empresa repercuten en su clima y todo
lo que de ello se derive, tal es el caso de su participación, motivación,
interés, productividad, estos se ven afectados positiva o negativamente por el
clima laboral. El clima organizacional, es un fenómeno que interviene entre el
sistema organizacional y las tendencias motivacionales que tienen los
empleados, las cuales se traducen en un comportamiento que tiene consecuencias
sobre la organización (productividad, satisfacción, rotación, etc.). Los
estudios de clima organizacional, están orientados a conocer la percepción que
tienen los empleados sobre diversos factores que intervienen en la dinámica
laboral, como lo son la infraestructura, condiciones laborales, ambiente de
trabajo, comunicación, recursos técnicos disponibles para realizar las
funciones asignadas. Un buen clima organizacional está directamente relacionado
con una buena cultura organizacional, por ejemplo, si la organización propone
como uno de los valores más importantes la amabilidad y ayuda a difundir esta
dentro de la organización, crea personajes (héroes), algún saludo especial o
detalle ritual , una decoración alusiva al valor y unas normas relacionadas con
este, las personas que trabajen allí comenzarán a sentirse motivadas por
comportarse de la forma que se desea por
parte de los jefes de la organización, ya que los trabajadores estarían siendo
responsables con la organización adaptando su vida personal y social a lo que propone culturalmente la
organización.
Existen factores que afectan
el clima organizacional de una empresa u organización, estos son: los factores
jerárquicos (son los jefes, los grandes responsables de mantener buenas
relaciones dentro de la organización) los factores estructurales (una mala
organización, donde los procesos, procedimientos, y relaciones jerárquicas
estén mal diseñadas, indudablemente que afectarán gravemente el clima
organizacional) los factores estratégicos (cuando la empresa trabaja sin
herramientas de gestión, sin metas claras, sin políticas sostenibles ni
planificación explícita, condena la
estructura y la cultura de la organización). No es fácil conocer cuando la
empresa está en peligro por consecuencia de un mal clima organizacional.
Tampoco es tarea de los psicólogos revisar esto, dado que solo identificarían
los síntomas y no las causas. Hay que hacer un diagnóstico por mano de un
experto, no solamente en administración, procesos y gestión, sino que tenga un
claro entrenamiento en planificación estratégica y en la naturaleza de los
resultados de la compañía. Un mal diagnóstico puede empeorar las cosas,
sensibilizando erróneamente al personal, generando que tomen el control de los
síntomas y los exageren, perjudicando aún más la situación. En conclusión, si
hay problemas internos, hay que tener mucho cuidado al disponer de alguien para
su mejoramiento.
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